¡Y así es como acabo una historia de amor!

Esta historia ya había comenzado hace tiempo, pero el momento y el lugar, y también la manera cómo acabo todavía quedaba incierto. (aquí puedes encontrar el comienzo – enlace)

Muy tarde en la noche, cuando todo estaba oscuro y frío, ella llegaba a Alemania, donde todo era tan diferente y tan nuevo para ella. Nunca había pensado que un día ella iba a decidir dejar todo atrás y mudarse allí. ¡Pero la vida está llena de muchas sorpresas!

Él estaba siendo tan amable y cariñoso con ella, y le estaba dando toda la atención que ella siempre añoro. Él, lejos de su familia y amigos; ella, la única en renunciar a todo y siempre estar a su lado para apoyarlo. Había comenzado a apreciar de verdad todo lo que ella sacrificó por él y a darse cuenta de lo mucho que significaba. Él comenzó a apreciar su amor y también a ser el hombre del que una vez, hace mucho tiempo, durante un verano, ella se había enamorado.

Habían pasado ya tres años desde ese momento en que él vino a buscarla al aeropuerto cuando ella se mudó a España. Pasaron por buenos y por momentos malos, crecieron juntos, y allí, en ese nuevo país, él también era el único apoyo que ella tenía.

Todavía tenía muchas dudas antes decidir dejar a todos sus amigos y todos sus familiares atrás. Todas las advertencias que recibió siempre de su familia y amigos, personas que ahora estaban muy lejos. Se encontraba sola. Pero hasta ese momento y hasta ese lugar, ella nunca pudo encontrar ninguna prueba segura de que él la estaba engañando. Esta fue la razón por la que decidió darle una segunda oportunidad a esa relación, comenzar desde cero, lejos de todo que pudiera influirle de una manera negativa, y tratar de construir un futuro mejor para los dos, juntos, con los mismos objetivos y compartiendo los mismos sueños. O tal vez solo quería convencerse de que todo había terminado.

Y llego un día donde a sí misma se convenció . . .

Cuando pensó que sería capaz de dejar atrás todas esas cosas negativas, todas las noches sin dormir, todo el estrés, todos los malos pensamientos, todas las sospechas, encuentra los mensajes. ¡Ella se quedó de piedra! Incapaz de moverse o pensar con claridad. Ella solo se quedó perpleja por unos segundos, minutos u horas, ni ella lo sabe, mirando la pantalla sin poder digerir o entender todo lo que estaba viendo. No era solo una, sino varias. En ese momento, que pareció una eternidad, ella tomó una decisión. Ella volvería con su familia, llorando y tendrá que admitir que ha sido una tonta todo este tiempo y ellos tenían razón.

¿De verdad quería hacer eso? Ella comenzó a buscar vuelos de inmediato. Encontrará una excusa para volver a casa. Estaba tan avergonzada, furiosa, desesperada, enojada, enojada consigo misma, con él, ni siquiera ella lo sabía.


“¡Ok, respira! ¡Tómatelo con calma! ¡Tú puedes!”: se diría a sí misma para intentar calmarse, poner orden entre sus pensamientos para no tomar una decisión equivocada.

Ella iba a quedarse en Alemania. ¿Cómo? No tenía ni la más mínima idea. No podía ni siquiera hablar el idioma, no conocía a nadie excepto a él, no tenía trabajo. ¡Estaba allí desde hace solo un mes!

Lo primero en la lista. Ella necesitaba encontrar un trabajo. Y en menos de un mes tenía un trabajo. Ella le ocultaría el hecho de que lo sabía todo.

Ni siquiera hoy puede explicarse a sí misma cómo logró hacer eso. Ella pensó que fue una mezcla de sentimientos, venganza, odio, amor, todo. Porque ella lo amaba. Fue tan difícil decidir acabar con la relación después de tanto tiempo. Compartieron juntos tres años. Y allí, en ese lugar, alejado de todos, comenzó a ser el hombre perfecto para ella.

Una vez que ella consiguió el trabajo, se mudó de inmediato. Su trabajo requería estar allí todo el tiempo y también era en una ciudad diferente. Ella no necesitaba encontrar una excusa. Tenían planes, así que fue perfecto que en tan poco tiempo ella encontrara un trabajo. Él pensó que así van a poder lograr sus planes antes estando los dos trabajando. Lo que él no sabía era que ella estaba preparando una manera para escapar y alejarse de él.

Se fue, y se fue exactamente un día antes de la víspera de Año Nuevo. Ella se mudó. Aún seguían juntos. Él todavía seguía siendo una parte de ella. Se visitaban cada dos semanas. Estaba pensando que podría perdonarlo. Aunque si, esto puede sonar muy estúpido para algunas personas, ella todavía le tenía mucho cariño y pensó que podía dejar todo atrás. Pero esa noche, cuando estaba mirando la computadora, sola en la casa y temblando con cada centímetro de su cuerpo, era un recordatorio a diario de que la consideraba ser tan ingenua.

Intentó durante un par de meses hacer que funcionara, poner todas las cosas negativas en una caja y ocultarla muy profundo en un lugar de su alma, en una parte de su memoria donde no tendría que pensar más en ello.

Pero cada vez que lo veía, estaría acordándose de esa noche. Cada vez que él la tocaba, tratando de mostrarle su amor, ella pondría más y más distancia. Ella no podía. Ella no quería olvidar. Quería sufrir y sentir ese dolor profundo para poder recordar no volver a cometer el mismo error.

Y cuando la herida fue lo suficientemente profunda, ella iría un fin de semana a visitarlo, harían el amor por última vez, recogería las últimas cosas que todavía tenía allí y se iría. Lo único que dijo fue: “¡Me voy, pero nunca volveré!”


Por supuesto, él se dio cuenta de inmediato lo que eso significaba y la única forma de defenderse ha sido negarlo. Pero era imposible hacerlo y su comportamiento la hizo sentir aún más estúpida. Estúpida por no haberse dado cuenta hace mucho tiempo, estúpida por esperar a estar en un país extranjero, sola, solamente con él para que lo descubriera, estúpida por alejar a las personas, aquellas personas que la amaban y trataban de advertirla porque la querían, estúpida por dejar pasar el tiempo y esperar a que pasara un milagro. El tiempo no borra tus recuerdos.

¡Y ella se fue, finalmente! ¡Ella se fue para nunca más mirar hacia atrás!

Estoy aquí, ahora mismo, en una cafetería al azar, rodeada de extraños. Ellos no ven a la persona que era en ese entonces. Ven a la mujer en la que me he convertido. Y mis amigos también, ellos conocen a la persona que soy al día de hoy.

Pero si no hubiera pasado por todo, ¿cómo sería hoy?

Tuve una temporada donde me estaba juzgando a mí misma por esperar tanto tiempo para acabar con esa relación. Pero ya no más.

Ahora pienso que ese era el lugar y el momento adecuado. ¿Por qué? Porque debido a esa experiencia en concreto, y a las otras experiencias que llegaron con el tiempo, las que llegaron con los lugares que visité, o con las personas que conocí en mi camino, todo eso formó la base de la persona que soy hoy.

¿Y tú? ¿Se puede parecer tu historia a la mía?

Versión en ingles: https://journeywithmada.com/story-nr-4/

Versión en rumano: https://journeywithmada.com/povestea-nr-4/