Calidad de vida sobre la cantidad de dinero ganado

“Estuvo en Alemania durante mucho tiempo. Aprendió el idioma, encontró un buen trabajo, hizo amigos y construyó su propio “hogar”. Se podría decir que tenía una vida bastante cómoda. ¿Qué puede pasar para que una persona tome una decisión tan drástica y cambie su vida por completo, a 180 grados, y se mude a un país mucho más pobre, pero con una forma completamente diferente de disfrutar la vida?

Con el tiempo, aprendió que el dinero no lo es todo en la vida. De nada sirve tener dinero en su cuenta al final del mes si no tiene tiempo para gastarlo o gente con quien disfrutar. ¿Cuándo podrás disfrutarlo? ¿Cuándo la vejez llame a tu puerta, y todos tus amigos hayan fallecido y tus hijos no tendrán tiempo de verte o irse de vacaciones contigo porque eres demasiado mayor y gruñón?

Con el tiempo, aprendió que tener una vida cómoda no significa necesariamente que sea una vida feliz. Ir de vacaciones dos veces al año durante una semana, y tener que planear todo con al menos un año o seis meses de antelación, asegurándose de que sus amigos tengan las mismas vacaciones que ella y el resto del año solo estarás en casa y en el trabajo, en casa – trabajo. Sabía que la vida debería significar mucho más que eso; más que esa rutina en la que cambiaba todo su tiempo por dinero.

Con el tiempo, aprendió que haber conocido a personas increíbles que se convirtieron en su propia familia no significa que en algún momento no tendrá que dejarlos para seguir su propio camino y buscar su destino. Sabía que quien está predestinado a quedarse en su vida, siempre estará allí, no importa cuántos océanos o países te separen de esas personas.

Con el tiempo, aprendió que, si no te arriesgas a salir de tu zona de confort en algún momento, nunca podrás apreciar todas las cosas buenas que tienes en la vida. Y hay demasiados lugares hermosos por descubrir y demasiada gente hermosa que conocer.

Con el tiempo, aprendió que vivir en un país seguro no significa que fuera el mejor país para ella. Las personas marcan una diferencia enorme y muchas veces se sentía fuera de lugar, se sentía juzgada por el lugar de nacimiento, de dónde venía, por su trabajo, por el estatus que tenía en la sociedad, por lo que sus padres hacían para ganarse la vida.

Con el tiempo, aprendió que las cosas extremadamente básicas son las más importantes en la vida, como tomar un café con alguien cuando uno se siente realmente solo. Y por el simple hecho de estar en el hospital y no recibir visitas de algunas de las personas que consideraba muy cercanas a ella, ni siquiera por al menos 5 minutos para charlar y tomar un café, solo para tener compañía, decidió por ella misma que no quiere vivir en una sociedad como esta, donde la gente valora mucho más lo que pueden decir las personas más que el tipo de persona que eres y tus valores.

Con el tiempo, aprendió que ya no tenía nada de paciencia para escuchar a la gente quejarse de cosas insignificantes. Comenzó a apreciar cada vez más lo que tenía en la vida, lo que había logrado, y lo más importante, la gente, las personas positivas que tenía a su lado que sabían disfrutar la vida con lo poco que tenían y no les importaba la apariencia y lo que los demás pueden llegar a pensar.

Con el tiempo, aprendió que no es ella la que necesita sentirse rara al reírse a carcajadas porque escuchó una historia divertida, sino la persona que está a su lado que no sabe reírle a la vida y tiene miedo de los prejuicios de la gente.

Cuando se dio cuenta de todo esto, decidió que este país no es adecuado para ella. No se identificaba con la forma en que las personas eran, sus valores, su forma de mostrar cariño a un amigo, a un familiar, la forma de ver y disfrutar la vida, la forma de aceptar las cosas como vienen y no cuestionar que quizás el sistema pueda estar roto en algunos aspectos, la mentalidad de las personas puede estar pasada de moda, que la vida significa más que solo trabajo y dinero, y las personas son más que simples apariencias, las personas son más por la forma en que se comportan con los demás y no por la cantidad de dinero que tienen en su cuenta bancaria o el trabajo que están haciendo.

Ella personalmente se desarrolló mucho durante este período, durante los años que pasó allí, pero era hora de seguir adelante, aunque signifique mucho sacrificio, aunque signifique muchas más horas de trabajo por un sueldo mucho menor. Cuando se dio cuenta de todo esto, lleno una maleta con sus recuerdos y sus pertenecías y se fue”.

Estoy aquí ahora mismo, en este increíble lugar después de casi 3 años donde, al principio, tenía planeado quedarme solo por un año. Una persona puede enamorarse fácilmente de este lugar, de su gente que disfrutan tanto de la vida con tan poco, de su clima, de su comida, de su particular forma de hacer sentir a la gente que aquí está su hogar.

Y salgo y veo las calles llenas de gente, riendo, bailando, cantando, disfrutando de la compañía del otro sin pensar: “¿Qué dirán si me comporto de cierta manera?”

Veo familias con sus hijos corriendo por la playa y cayendo en la arena, pero se levantan y ríen más fuerte.

Veo amigos que van a tomar algo después del trabajo y se sientan junto a la orilla del río a contar historias y divertirse.

Veo a la gente disfrutando cada día como si estarían de vacaciones y siendo amables entre sí y ayudándose sin esperar nada a cambio.

Veo todo esto y me digo a mí misma que elegiría este lugar una y otra vez, por encima de un trabajo estable, por encima de un sueldo más alto, por encima de gente que realmente no se preocupa por ti, aunque compartas tu casa con ellos.

Cada uno de nosotros necesita hacer sacrificios para llegar a donde estamos ahora, pero no cambiaría esta calidad de vida por una mayor cantidad de dinero en mi cuenta bancaria al final de cada mes.

¿Cuál es tu historia?

Versión en ingles: https://journeywithmada.com/story-nr-20/

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