Y los amigos vienen, y los amigos se van, y solo algunos de ellos se quedan . . .
Cuatro años en el mismo instituto. Cuatro años con las mismas personas. Durante años compartiendo momentos divertidos, historias, compartiendo los comienzos de las historias de amor, el final de ellas, fiestas, compartiendo todo como cualquier otro adolescente. Compartió tanto con ellas, que ese pequeño grupo, formado por otras cuatro chicas, se unió tanto que después de un tiempo, las consideraba como una familia que ella misma tuvo la oportunidad de elegir.
En el primer año, ella todavía era cuidadosa con la gente, porque no los conocía. Después del segundo año, van a salir casi todos los fines de semana y van a crear hermosos recuerdos.
Todas de ellas con el pequeño drama de su adolescencia, enamorándose de la persona equivocada y al darse cuenta de esto, pensar que allí se acaba el mundo. Contándoles pequeñas mentiras a sus padres para poder salir, faltar algunas clases de vez en cuando y salir a tomar algo. ¿Qué adolescente no ha hecho esto?
Ella vivía con una de sus hermanas en ese momento. Por supuesto, se estaba comportando como si fuera su mama, controlando cada movimiento que hacía, asegurándose de que estaba haciendo sus tareas, de que no estaba faltando las clases, asegurándose de que no se estaba metiendo en problemas. Ella lo estaba haciendo lo mejor posible. E incluso si en ese momento ella era rebelde y no entendía a su hermana y ni entendía su comportamiento, hoy en día se ha dado cuenta de la postura que su hermana tenía. Ha tenido una responsabilidad inmensa. A pesar de que ella era el tipo de chica que se le daba bien sacar buenas notas sin necesidad de aprender demasiado.
Entonces, los cuatro años ya pasaron y después de eso, todos siguieron un camino diferente en la vida. Después de pasar tanto tiempo juntos, sus caminos se separaron. Ella se mudó a España, otra chica a Italia, y el resto fueron a diferentes universidades en ciudades diferentes.
Llegar a España y de repente estar sin amigos fue bastante difícil para ella. Estar obligada por las circunstancias a madurar en unos pocos meses. Al principio pensaba que ni siquiera necesitaba hacer nuevos amigos porque la mayor parte del tiempo significaba solo trabajo para ella. Pero ¿qué es de esta vida sin amigos? ¿Qué es de esta vida, cuando te sientes triste o sientes la necesidad de hablar con alguien, tener hombro donde llorar y no tener a nadie a quien llamar?
Y con el tiempo se volverá más fuerte emocionalmente, pero todavía era una niña, muy lejos de su país de origen y muy lejos de todas esas personas que había conocido toda su vida.
Sus mejores amigas, las personas que la han visto sonreír y llorar, bailar y reír, feliz y triste, estaban allí al principio, hablando a menudo, pero más tarde, solo hablaban una vez por semana. Más tarde, se llamaban solo una vez al mes, y más tarde todavía solo era para las fiestas y para los cumpleaños. Y ya no eran tantas las historias que contar, no había mucho que compartir porque ya no tenian el mismo entorno, tenían rutinas muy diferentes. Las semanas pasaron, y los meses también pasaron, y luego incluso los años. Y los echaba mucho de menos. Y crecieron y se separaron.
Con el tiempo, logró conocer gente nueva y comenzó a compartir y a mostrarse cómo era realmente. Es imposible no conocer gente cuando vives en una ciudad pequeña. Con el tiempo, se dio cuenta de que debes tener cuidado al elegir a las personas que quieres tener en tu vida porque no todas son genuinas.
Estaba observando cuántas amistades se hicieron basándose en mentiras, cuántas relaciones se basaban en mentiras, cómo incluso su propia relación se basó en una ilusión. Esto lo descubriría años después.
Descubrirá lo rápido que alguien puede ser tu mejor amigo y lo fácil que terminará; qué tan rápido las personas cambiarán sus opiniones sobre alguien y hoy hablarán mal de una persona y mañana serán mejores amigos.
Una cosa que también aprendió con el tiempo es que la cantidad no es importante, sino la cantidad de personas que tienes a tu lado, donde puedes mostrarte cómo eres en realidad, con cualidades y defectos, y no pretender ser algo o alguien diferente solamente para caer bien.
Pero cuando estas predestinado a tener a alguien en tu vida, incluso si ya pasó un año, o dos o tres, esa persona va a seguir estando allí. Ella tendrá la oportunidad de volver de vacaciones y volver a reencontrarse con esas personas y es como estar de nuevo en el instituto, es como volver a ser de nuevo un niño sin preocupaciones, sin facturas que pagar y sin responsabilidades.
Ellos estarán todavía allí y no importa cuánto tiempo haya pasado, incluso si son nueve años, cuando ves que vez a esa persona querida es como viajar al pasado: las mismas conexiones, las mismas bromas, la misma locura y el mismo amor y el respeto mutuo.
Son amigos esas personas que viajan miles de kilómetros para venir a verte, son esas personas que vendrán a recogerte al aeropuerto, son esas personas que te ayudarán con las maletas en mitad de la noche, ofrecerán su casa y su cama y llamarán a su novio por la mañana para llevarte a la estación de tren. Amigos son esos que esperarán impacientes para que llegues a su casa después de un largo viaje, aquellos que comparten sus amigos contigo y te quieran mostrar su ciudad, esos amigos que irán de fiesta contigo incluso si han estado trabajando todo el día y tendrán que trabajar el día siguiente, pero saben que estás allí solo por un fin de semana, son esos amigos que te dirán la verdad y no solo las cosas que quieres escuchar, son esos amigos que serán ellos mismo frente a ti, incluso si eso es lo más difícil de hacer a veces: SER TU MISMO.
Estoy aquí ahora, disfrutando de una noche tranquila en el balcón. Decidí las altas horas de la noche para escribir esta vez. Los vecinos ya se fueron a dormir, así que solo escucho los autos que pasan y los aviones que llegan y salen, y disfruto de este tipo de silencio en medio de la noche.
Me di cuenta de que no importa a dónde vayas, a cuántos países vayas a vivir, cuántos años van a pasar, las personas que se supone que necesitas tener en tu vida, las tendrás.
E incluso si no hablas todos los días, o todas las semanas, ni siquiera todos los meses, pero cada vez que hablas con ellas o logras visitarlas, en esos momentos puedes ser tú mismo y ellos también, y viajaréis juntos a través de los recuerdos a un pasado hermoso que una vez, muy lejano compartisteis. Esas personas siempre permanecerán en tu corazón.
¿Y tú? ¿Cómo consigues mantener las relaciones de amistad a distancia?
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